La limpieza y desinfección en restaurantes no solamente asegura la salubridad de los alimentos, sino que también ayuda a reforzar la imagen que los clientes tienen de nosotros.
¿Cuántas veces nuestra percepción de un restaurante se ha visto condicionada por el estado de la limpieza?
Los clientes, además del buen comer, buscan que el espacio cumpla con sus expectativas de higiene y, para bien o para mal, los usuarios son cada vez más críticos en este aspecto.
Para mantener los espacios limpios y libres de gérmenes es importante respetar una serie de pautas que nos ayudarán a optimizar el tiempo empleado en el proceso y los recursos necesarios.
A continuación, exponemos algunas de ellas.
Seleccionar adecuadamente los productos de limpieza
En artículos anteriores hablábamos de estudiar, en primer lugar, el tipo de materia a eliminar para así actuar con un producto u otro (desengrasante, desincrustante, etc.).
Los niveles de pH de los residuos y los del propio detergente condicionan mucho la limpieza. Por ejemplo, para restos carbonizados o incrustados, emplearemos un desincrustante, mientras que, para restos de grasa, los detergentes deberán ser alcalinos.
También es importante tener en cuenta el material a partir del cual están fabricadas las superficies ya que, algunos detergentes reaccionan negativamente ante metales.
Los desinfectantes, con Registro HA
Para la desinfección de entornos alimentarios emplearemos únicamente desinfectantes con Registro HA.
Este registro nos informa de que el desinfectante en cuestión ha sido testado previamente en unas condiciones similares a las nuestras y que, por tanto, es apto para ser utilizado en negocios que trabajan con alimentos.
Los químicos con aroma están prohibidos
Este artículo explica la peligrosidad de emplear químicos con agentes perfumantes en entornos alimentarios.
Tras varias comprobaciones, se ha podido constatar que alimentos como, por ejemplo, el chocolate son bastante susceptibles ante aromas cítricos y pueden verse alterados si la limpieza se ha llevado a cabo con detergentes perfumados.
Emplear las dosificaciones correctas
La dilución y dosificación de los productos químicos para la limpieza y desinfección es tan importante como la elección de los mismos.
Esta acción nos permite optimizar el consumo de los productos y los procesos de aplicación.
La información sobre las dosificaciones puede encontrarse en la ficha técnica del producto en cuestión.
Un espacio para cada cosa
Almacenar los productos de limpieza y desinfección en un lugar apartado, lejos de la luz y de los focos de calor ayuda a garantizar unas condiciones de higiene óptimas.
Además de esto, debemos evitar que el material de limpieza se mezcle con alimentos o utensilios empleados para la elaboración de comidas.
El material de limpieza, con reconocimiento Food-Contact
Los útiles o material de limpieza deben poseer el reconocimiento Food-Contact, que garantiza que ese producto ha sido diseñado teniendo en cuenta que va a ser utilizado en entornos alimentarios.
Además, es importante mantener todo el material empleado para la limpieza en perfectas condiciones, así evitaremos problemas de contaminación cruzada.
Es importante diferenciar los útiles de limpieza en función de la zona para la que se utilicen.
Para su almacenaje se recomienda mantenerlos suspendidos en el aire haciendo uso de accesorios específicos como, por ejemplo, clips porta mangos. No se recomienda apoyarlos en el suelo donde pueden deformarse y ensuciarse.
Limpiar no es lo mismo que desinfectar
Antes de aplicar la desinfección debemos haber retirado los restos de suciedad y haber limpiado la superficie con agua y detergente ya que, no tener clara la diferencia entre limpiar y desinfectar puede hacer que ambos procesos pierdan eficacia.
Establecer una rutina en la limpieza y desinfección y llevarlas a cabo correctamente ayuda a alargar la vida útil de los recursos empleados y de los espacios de un restaurante en sí mismo.