Cuando se descuida la limpieza y desinfección de determinadas superficies, éstas se convierten en fuentes atípicas de contaminación cruzada.
La contaminación cruzada es un reto constante con el que deben lidiar los entornos alimentarios a diario.
Aunque este concepto se ha extendido mucho más con la llegada de la Covid-19, en las industrias alimentarias llevan años combatiendo contra bacterias patógenas como, por ejemplo, la Salmonella, la Listeria o la E. Coli.
Para evitar que éstas afecten a la inocuidad de los alimentos y, por extensión a la salud de las personas, la limpieza y la desinfección de las instalaciones se convierten en una necesidad imperiosa.
Pero ¿son todas las superficies igual de relevantes a la hora de llevar a cabo la higiene?
Un estudio publicado en el Journal of Food Protection nos demuestra que no. Los resultados de la investigación indican que existen determinadas superficies que se descuidan durante las tareas de limpieza y que se convierten en fuentes atípicas de contaminación cruzada.
A continuación, vemos cuáles son algunas de estas superficies:
- Los billetes y monedas
- Los delantales y otros tejidos
- Pantallas, datáfonos y otros dispositivos electrónicos
- Espacios de trabajo reducidos
- Recomendaciones para prevenir las fuentes atípicas de contaminación cruzada
Los billetes y monedas
En artículos anteriores hablábamos de la capacidad que tienen las monedas y billetes para transmitir virus y bacterias.
El dinero es manipulado por cientos de personas y se intercambia muy rápidamente, recorriendo largas distancias en poco tiempo.
¿Por qué es una fuente de contaminación potencial? Básicamente porque no reparamos en él en lo que a limpieza se refiere. Tocamos monedas y billetes que han pasado por muchas otras manos antes (probablemente sucias) y no somos conscientes del riesgo que esto supone.
Los delantales y otros tejidos
Cuando se usan delantales de tejido, es habitual demorarse más de lo indicado en el lavado.
Mientras que el dinero es manipulado por muchas personas, en el caso de los delantales, es habitual que solamente estén en contacto con la persona que los está usando.
Sin embargo, dicho contacto es mucho más sucio, ya que existe cierta tendencia a usarlos a modo de trapo.
Pantallas, datáfonos y otros dispositivos electrónicos
Las teclas de datáfonos y otros dispositivos electrónicos o las pantallas táctiles forman parte de las superficies de mayor contacto.
Entonces, ¿por qué entran también dentro del grupo de fuentes atípicas de contaminación cruzada?
Por la sencilla razón de que, al no tener éstas relación directa con los alimentos, es habitual obviar su limpieza y desinfección.
Espacios de trabajo reducidos
Los espacios de trabajo reducidos son más propensos a convertirse en una fuente de contaminación cruzada.
La falta de espacio y la acumulación de una gran cantidad de objetos por centímetro cuadrado dificultan la limpieza y desinfección de estas superficies.
La falta de tiempo provoca que, a menudo, se ignoren las necesidades de limpieza de estas zonas de trabajo y se conviertan en el caldo de cultivo de muchos patógenos.
Recomendaciones para prevenir las fuentes atípicas de contaminación cruzada
Aunque es difícil tomar conciencia del riesgo que suponen estas superficies para la inocuidad de los alimentos y la salud de las personas, cuando ya hemos dado este paso, lo importante es poner remedio.
- Una de las armas más eficaces para evitar que los billetes y monedas se conviertan en el medio de transporte predilecto de virus y bacterias es la higiene de manos. Esta acción tan simple y válida para muchas otras ocasiones, ayuda a frenar la transmisión.
- En el caso de los delantales y otros tejidos, nuestra recomendación es apostar por productos de carácter desechable. De esta forma, aseguramos que se corta la cadena de contaminación cuando se acaba de usar el delantal o el textil en cuestión.
- Para prevenir la contaminación cruzada en pantallas y dispositivos electrónicos es recomendable limpiar y desinfectar las superficies con una mayor frecuencia.
- Por último, en el caso de los espacios reducidos, un mejor orden y organización de los elementos harán que las tareas de limpieza y desinfección sean menos costosas.
Para más información sobre higiene en la industria alimentaria puedes visitar nuestra guía.