La ducha geriátrica requiere una planificación previa y de la ayuda de profesionales cualificados, con el objetivo de garantizar el bienestar de los pacientes.

 

En el baño de las residencias para la tercera edad o centros sociosanitarios es donde se hacen más patentes las carencias en la autonomía de los pacientes y donde empiezan a aparecer ciertos grados de dependencia.

El momento de la ducha o lavado corporal resulta clave para preservar el derecho a la intimidad de los pacientes e influir de forma positiva en su autoestima.

En esta entrada repasamos todo aquello que tiene que ver con la ducha geriátrica y ofrecemos algunas recomendaciones básicas.

 

 

¿En qué consiste la ducha geriátrica?

 

La ducha geriátrica, también conocida como baño geriátrico, responde al proceso de aseo de los pacientes de las residencias para la tercera edad.

¿En qué se diferencia la ducha geriátrica del aseo que podría llevar a cabo una persona totalmente autónoma?

Requiere de la ayuda de profesionales cualificados y de una serie de elementos como, por ejemplo, barras de soporte o sillas adaptadas, que persiguen la seguridad del paciente en la zona del baño.

 

¿Cómo influye el grado de autonomía de cada paciente en la ducha geriátrica?

 

 

Antes de planificar la ducha geriátrica debemos clasificar a los pacientes según el grado de autonomía que éstos presenten.

Esto se determinará en función de si el paciente necesita o no ayuda a la hora de prepararse para la ducha y durante el momento del baño. Distinguimos entre tres grandes grupos:

  • Pacientes independientes. En este grupo se encuentran los pacientes que no necesitan ayuda antes ni durante el baño. Es decir, aquellas personas que son completamente autónomas a la hora de realizar esta acción.
  • Pacientes con necesidad de supervisión. Agrupa a aquellos pacientes que solo necesitan ayuda en los momentos previos al baño; es decir, durante la preparación y que, pese a su autonomía en el momento de la ducha, necesitan ser igualmente supervisados.
  • Pacientes dependientes. Este último grupo comprende a todos los pacientes que no tienen suficiente autonomía para la preparación de la ducha ni para bañarse solos.

 

 

¿Con qué frecuencia debe llevarse a cabo la ducha geriátrica?

 

La frecuencia de la ducha geriátrica dependerá, en gran parte, del grado de autonomía de los pacientes.

Dado que es más ágil y menos complejo asegurar el baño en personas independientes o que necesitan supervisión, esta acción se llevará a cabo más a menudo.

En cualquier caso, debe asegurarse, como mínimo, un baño completo a la semana para los pacientes dependientes.

Recordemos que el aseo o el lavado del paciente encamado es una acción independiente a la ducha geriátrica y que puede realizarse a diario con la ayuda de los recursos adecuados.

 

¿Cuáles son los pasos previos a la ducha geriátrica?

 

 

Para la preparación de la ducha geriátrica tendremos en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Prepararemos la toalla con la que se secará posteriormente al paciente.
  • Deberemos tener controlados los productos para la higiene corporal (jabón, champú, crema hidratante, etc.) y los ubicaremos en una zona en la que sean fácilmente accesibles durante el momento del baño.
  • Prepararemos las bolsas en las que guardaremos la ropa sucia y los desechos. Estos restos deben ser tratados de forma inmediata según los protocolos marcados, destinándolos a zona de lavandería o de gestión de residuos.
  • Garantizaremos el acceso a Equipos de Protección Individual para el personal técnico sanitario. Es imprescindible el uso de guantes no esterilizados.

El uso de guantes es una forma de prevención de las infecciones nosocomiales tanto para los pacientes como para los profesionales, pero, para que sea efectivo, es esencial reemplazarlos cuando corresponda.

 

Recomendaciones durante el baño o ducha geriátrica

 

Una vez finalice el proceso de preparación, procederemos al baño del paciente en un espacio destinado para este fin.

Es importante que, además de contar con elementos de seguridad (barras, sillas adaptadas, etc.), el espacio del baño asegure el derecho a la intimidad de los pacientes, con el objetivo de hacerlos sentir lo más cómodos posible.

La ducha geriátrica se llevará a cabo aplicando la solución jabonosa, en primer lugar, por las zonas más limpias y acabando por las más sucias. Siguiendo este orden, evitamos contaminar las zonas del cuerpo que ya han sido lavadas previamente.

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¿Cuáles son los pasos posteriores a la ducha geriátrica?

 

 

El secado y la hidratación corporal con productos específicos forman parte del proceso final de la ducha geriátrica y, bajo ningún concepto, debemos omitir este paso.

En total, el baño no debe durar más de 10 minutos y, tras su finalización, es importante limpiar y desinfectar la zona de la ducha.

Tras la ducha geriátrica, ayudaremos a los pacientes a vestirse con ropa limpia y nos aseguraremos de que la ropa de cama también lo está.

 

 

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Fecha de la última actualización del artículo: 15/09/2023