De la misma manera que es importante elegir correctamente un desinfectante sanitario, también es importante estudiar cómo lo aplicamos para obtener el efecto deseado.

 

 

En artículos anteriores exponíamos que la actuación de los desinfectantes sanitarios varía en función de su composición.

Distinguíamos, además, la función de cada uno de ellos según la zona de aplicación. Así, para las zonas de mayor riesgo, requeriremos desinfectantes sanitarios más agresivos que aquellos empleados para las zonas de bajo riesgo.

Esto también ocurre con la aplicación de los mismos. Es decir, las zonas de mayor riesgo necesitan un mayor contacto o impregnación en el desinfectante sanitario, mientras que las zonas de bajo riesgo o superficies genéricas aceptan una aplicación más superficial.

Así pues, distinguiremos tres métodos de aplicación diferentes para los desinfectantes sanitarios: fricción, inmersión y vaporización.

 

 

Desinfección sanitaria mediante fricción, para zonas de bajo riesgo

La fricción permite distribuir el desinfectante de manera uniforme sobre la superficie en cuestión.

Para este método existen diferentes opciones, que van desde impregnar los paños, preferiblemente de tejido no tejido, en la solución desinfectante, hasta emplear toallitas que ya vienen previamente impregnadas.

También existen sprays que facilitan la preparación de la solución desinfectante.

La técnica de fricción se utiliza sobre todo para la desinfección de zonas de bajo riesgo o riesgo intermedio, aunque en algunos casos concretos, también puede emplearse para la desinfección de zonas de alto riesgo.

Desinfección sanitaria mediante inmersión, para zonas de alto riesgo

La desinfección mediante inmersión hace que el desinfectante actúe de manera más directa sobre el elemento que se desea desinfectar, ya que éste queda totalmente cubierto.

Para la desinfección por inmersión es especialmente importante estudiar las diluciones del producto, así como el tiempo de actuación necesario para que el desinfectante haga efecto.

Esta técnica se utiliza, principalmente, para la desinfección de alto nivel o zonas de alto riesgo. Es una buena opción para la desinfección del utillaje quirúrgico, aunque siempre se recomienda la esterilización.

Desinfección sanitaria mediante vaporización, para superficies

La desinfección mediante vaporización es una de las técnicas de más reciente creación. Sobre todo, por lo que respecta a aparatos o dispositivos que realizan la acción de la vaporización de manera automática.

En muchos casos, es una opción muy válida para la desinfección de zonas de alto riesgo, aunque por norma general, esta técnica se utiliza mayoritariamente sobre superficies.

En cualquiera de los tres casos, es muy importante consultar de manera específica las indicaciones del fabricante del desinfectante para asegurar así que las diluciones y tiempos de aplicación son los correctos y conseguir, por tanto, los resultados esperados.