La gripe en los colegios y centros educativos supone una gran amenaza para alumnos y personal docente con la llegada del invierno.
El invierno es temido por muchos por ser la época del año en la que más se acentúan las enfermedades infecciosas como la gripe o los resfriados.
Tal es así que, muchos años, han llegado a alcanzarse niveles de pandemia entre la población. Y por supuesto, los colegios no iban a ser menos.
Si bien es cierto que los niños en cortas edades no tienen las defensas tan desarrolladas como podría ser el caso de un adulto, también influyen muchos otros factores que hacen que la gripe sea tan contagiosa en los colegios.
A continuación, mostramos una serie de pautas que pueden ser de ayuda a la hora de prevenir la gripe en los colegios.
Los juguetes y el material escolar, desinfectados además de limpios
Una de las principales vías de contacto de la gripe es la oral. Y esto supone un gran riesgo en los colegios ya que, los más pequeños acostumbran a morder y chupar los juguetes o el material escolar.
De esta manera, se encuentran más expuestos ya que, los gérmenes se traspasan directamente a las superficies, sin necesidad de transportarse por vía aérea.
Por eso, es importante mantener limpios los juguetes y demás material de manera constante además de desinfectarlos con los productos adecuados y cuyos niveles de toxicidad no supongan un riesgo para los más pequeños.
La ventilación del espacio y la necesidad de renovar el aire
Por mucho que limpiemos o desinfectemos un espacio contaminado, no lograremos eliminar los gérmenes a no ser que lo ventilemos.
Precisamente, en muchas ocasiones, lo que provoca la limpieza es remover los restos de suciedad y hace que los gérmenes campen por el ambiente a sus anchas.
En cualquier caso, es importante alternar ambas acciones y hacerlo, siempre que sea posible, en ausencia de alumnos y docentes en las aulas.
Educar en la importancia de la higiene de manos
La frase “los niños son niños” cobra especial importancia en estos casos. Y es que, no podemos asegurar que ninguno de los presentes en una clase no se lleve ningún juguete a la boca, pero sí podemos hacer que este hecho tenga una trascendencia mínima.
La higiene de manos juega un papel clave en cualquier entorno, pero aún cobra más importancia en los colegios.
Y es que, además de actuar como arma contra la gripe y los resfriados, contribuye en la creación de un hábito positivo.
En artículos anteriores hablábamos de la importancia de educar a los más pequeños en la higiene de manos.
Papeleras y contenedores con residuos, bien cerrados
Las papeleras y demás material de equipamiento que contenga un residuo potencialmente contaminado o infeccioso, como es el caso de un pañuelo, deben permanecer cerrados para evitar que los gérmenes se “escapen”.
Así mismo, en ningún caso reutilizaremos el material. Para mantener el espacio limpio y libre de gérmenes es esencial cambiar las bolsas de basura y en ningún caso reutilizarlas después de su uso.
De la misma manera, debemos controlar la higiene de las batas, baberos u otros elementos que estén en contacto con los niños y sus fluidos.
En los cursos más avanzados, podemos optar por instalaciones de gel desinfectante para las manos que deben ser colocadas en puntos estratégicos.