En cualquier gimnasio existen 10 elementos que contienen más gérmenes que el inodoro y que utilizamos muy a menudo sin darnos cuenta de su potencial bacteriano.

 

En la guía de limpieza y desinfección en gimnasios destacábamos algunos de los espacios de los centros deportivos donde se acumula una mayor cantidad de suciedad y gérmenes. 

Pero dentro de estos espacios, existen elementos concretos a los que damos un uso muy frecuente sin siquiera ser conscientes de su carga bacteriana. 

A continuación, vemos cuáles son los diez focos del gimnasio que contienen una mayor cantidad de gérmenes. 

 

El mostrador de recepción 

 

La recepción de un gimnasio representa una barrera para a entrada y la salida del mismo. 

Así, se mezclan dos ambientes diferentes; el de la calle y el del interior del gimnasio que tienen como transmisores principales a los usuarios. 

El mostrador de la recepción recibe al día una gran cantidad de personas, lo cual facilita la proliferación de los gérmenes. 

 

Bancos de vestuarios 

En los bancos de los vestuarios colocamos calzado (de calle y de deporte), ropa, toallas… De manera que, en ocasiones, la suciedad adherida a nuestros zapatos de calle entra en contacto con nuestra toalla a través de los bancos. 

Por eso, es tan importante diferenciar dos zonas dentro del vestuario: una para la “ropa de calle” y otra para un “uso limpio” después de la ducha.

De hecho, Efebé, una de las empresas de Grupo Papelmatic, recomienda el uso de taquillas con diferentes compartimentos para evitar la contaminación cruzada.

Ropa de deporte 

 

Siguiendo esta línea, la ropa que usamos para practicar deporte es también una fuente importante de gérmenes. 

En ella, no solamente crecen microorganismos alimentados por el sudor, sino que también arrastramos los gérmenes de todas las superficies en las que nos apoyamos. 

Para una mayor higiene, es importante lavar nuestra ropa de deporte diariamente. 

 

El suelo de la piscina 

 

El suelo, ya sea el de la calle, el de la sala de musculación o el de la misma piscina, acostumbra a acumular la mayor parte de la suciedad que encontramos en el entorno. 

Por norma general, solemos arrastrar esa suciedad en la suela de nuestros zapatos. Pero, ¿qué ocurre en la piscina? 

Los gérmenes y la humedad no son precisamente los mejores aliados. Por ello, se recomienda proteger los pies y desinfectar el suelo constantemente para así frenar la aparición de hongos. 

 

El agua de la piscina

Siguiendo el recorrido, el agua de la piscina es también caldo de cultivo para los gérmenes, que resultan ser alimentados por el alto tránsito de personas. 

En este caso, son los expertos los que deben controlar que el agua se encuentre en condiciones óptimas. 

Por lo que respecta a los usuarios, es esencial que éstos estén concienciados sobre los efectos positivos de una buena higiene personal.

Las pesas y las barras de las máquinas 

 

Las pesas y las barras con las que nos agarramos a dorsaleras, bicicletas y steppers son unos de los principales focos de gérmenes del gimnasio y con diferencia. 

Partiendo de la base de que las manos son las principales transmisoras de gérmenes, si sumamos el factor sudor, las pesas y las barras de máquinas se convierten en un auténtico nido de gérmenes.

 

Las esterillas

Si pasamos a la sala de musculación o ejercicios, nos encontramos con diferentes focos de gérmenes. 

Uno de ellos son las esterillas, utilizadas por muchos usuarios y normalmente olvidadas en términos de limpieza. 

Es importante comprender que las esterillas también forman parte del mobiliario y que, por tanto, también deben ser limpiadas y desinfectadas.

Bancos de musculación y asientos 

 

Normalmente, utilizamos toallas antes de sentarnos en cualquier máquina del gimnasio.  

Esto denota que empezamos a ser conscientes de la cantidad de gérmenes que se acumula en las máquinas de musculación. 

No obstante, se recomienda desinfectar estas superficies varias veces al día para garantizar una mejor experiencia a los usuarios. 

 

Toallas 

 

Con las toallas protegemos nuestro cuerpo. Pero, ¿qué ocurre con ellas? 

Podemos considerarlas como una especie de aspiradoras de gérmenes. Así, es tan importante utilizarlas durante la actividad como limpiarlas después de ella. 

 

Pantallas y botones de las máquinas 

Otras de las superficies más manoseadas son las pantallas y los botones de las máquinas que, a menudo, se ven contaminadas por el sudor y por la cantidad de gérmenes que transmitimos a través de nuestras manos.

Para un uso más higiénico, se recomienda desinfectarlas a menudo con los productos adecuados y ofrecer a los usuarios estaciones de gel alcohólico para que higienicen sus manos.

Como podemos ver, los focos de gérmenes en un gimnasio son bastante diversos. 

Aun así, no se trata de alarmarse y de volverse un obseso de la limpieza y la desinfección. 

Simplemente basta con tomar consciencia y hacer del lavado de manos una acción más frecuente.