Prestar atención a la composición, el gramaje o el número de capas te ayudará a decidir cuál es el papel camilla que mejor se adapta a tu negocio.

 

El papel camilla se utiliza desde hace relativamente poco. En el siglo XX, se probó que el uso de elementos para preservar la higiene en los hospitales ayudaba a salvar vidas. 

Papeles para cubrir la camilla existen de muchos tipos: más anchos, más estrechos, más finos, gruesos… Esto, en ocasiones, hace que tomemos decisiones precipitadas y acabemos escogiendo un papel camilla que no se adapta para nada a nuestras necesidades. 

En este artículo te damos una serie de pautas que te ayudarán a escoger el papel camilla que más le conviene a tu negocio 

 

Según la composición 

 

El papel que cubre una camilla puede estar fabricado a partir de fibra virgen, a partir de un compuesto reciclado o de una mezcla de ambos. Aunque a priori puede parecer que los papeles de fibra virgen ofrecen una calidad mayor, esto depende de otros factores. 

Además de estas dos opciones básicas, existen papeles plastificados (compuestos en base a tejido no tejido) para unas necesidades más técnicas.  

 

Según el número de capas 

 

El hecho de que el papel tenga dos capas, no quiere decir que sea más resistente que otro que tenga una. Al estudiar este parámetro siempre debemos prestar atención al gramaje. Y es que un papel con una capa y un gramaje de 33g/m2 por capa será más resistente que otro de dos capas y un gramaje de 10g/m2 por capa. 

 

Según el precorte 

 

La mayoría de los papeles camilla del mercado se fabrican con precorte para facilitar su dispensación. Aunque también existen otros sin precorte que permiten al usuario cortar a la medida que más convenga. 

 

Nuestro consejo 

 

Desde Papelmatic siempre recomendamos estudiar previamente el uso que va a darse al papel camilla y las circunstancias en las que va a utilizarse.  

Es poco eficiente invertir dinero en un papel camilla plastificado y ultrarresistente si vamos a darle un uso superficial.