El diseño higiénico pretende facilitar la limpieza y maximizar la seguridad de los procesos en la industria.
Todos los elementos presentes en un espacio industrial juegan un papel fundamental a la hora de minimizar el riesgo de contaminación y maximizar la seguridad de los procesos.
Por ello, es especialmente importante que tanto las instalaciones como los equipos de trabajo no supongan ningún obstáculo durante las tareas de limpieza.
Aquí es donde interviene lo que conocemos como diseño higiénico. A continuación, repasamos qué es y cuáles son sus principios básicos.
¿Qué es el diseño higiénico?
El diseño higiénico consiste en estudiar la configuración de las instalaciones y equipos de cualquier industria para reducir el riesgo de contaminación y facilitar la limpieza.
En industrias como la alimentaria o la farmacéutica se recurre al diseño higiénico para garantizar la inocuidad de los productos expedidos.
Así, el diseño higiénico contempla el estado, no solo de los materiales que conforman el espacio, sino también de la distribución y estructura de éste.
Principio 1: Alineación y continuidad
A la hora de concebir un espacio industrial persiguiendo el objetivo de conseguir un diseño higiénico, debemos evitar escalones o falta de alineación en las superficies.
Esta falta de continuidad promueve las acumulaciones de suciedad en los rincones y dificulta el acceso de cepillos u otros útiles durante la limpieza.
Además, la presencia de escalones, por ejemplo, favorece la aparición de grietas.
Principio 2: Superficies lisas y no porosas
Las superficies, ya sean de pavimentos o de equipos, deben ser completamente lisas y no porosas.
Bien es sabido que las superficies porosas dificultan considerablemente la limpieza y albergan una mayor cantidad de microorganismos.
Además, para el diseño higiénico es importante que las superficies cuenten con las propiedades necesarias para resistir a astillamientos, abrasamientos o desconchamientos.
Principio 3: Mantener todas las juntas selladas
En relación con los puntos anteriores y con el objetivo de mantener las superficies contiguas, cualquier fisura, junta o poro debe ser correctamente sellado.
De esta forma, además de imposibilitar el paso de la suciedad al interior, hacemos más fácil la limpieza y optimizamos los recursos empleados para este fin.
Principio 4: Bordes redondeados
El diseño higiénico contempla reducir al máximo posible la presencia de aristas o de esquinas.
Así, se determina que las esquinas deben presentar un radio de, como mínimo, 6mm y de más de 90º.
Esto nos sirve para agilizar y facilitar las tareas de limpieza y poder dedicar ese tiempo a la producción.
Principio 5: Equipos fácilmente desmontables
En el caso de los equipos, en ocasiones, es difícil que no presenten aristas o que mantengan todas las juntas selladas.
Además, también debemos contemplar la limpieza interior. Por ello, el diseño higiénico contempla que los equipos sean fácilmente desmontables por piezas, preferiblemente sin la ayuda de herramientas, para una higienización más ágil y directa.
Como vemos, el diseño higiénico industrial responde a la premisa de equipos y superficies fácilmente higienizables y donde los microorganismos y la suciedad no tengan cabida.
