Los dispensadores automáticos de cubrezapatos ofrecen una mayor ergonomía durante la colocación de los peúcos y un menor riesgo de contaminación cruzada.

 

 

Ya hemos hablado en artículos anteriores de las ventajas que ofrece el uso de cubrezapatos desechables en entornos de trabajo.

Entre ellas, destaca la prevención de contagio por gérmenes, un menor riesgo de que se produzca contaminación cruzada o un mejor mantenimiento de la higiene de los espacios.

Sectores como, por ejemplo, el sanitario o determinadas industrias, hacen un gran consumo de este producto a diario. Por lo que, en estos casos, se recomienda hacer uso de dispensadores automáticos de cubrezapatos.

En este artículo explicamos cómo funcionan y cuáles son sus principales ventajas.

 

 

¿Cómo funcionan los dispensadores automáticos de cubrezapatos?

 

 

Existen muchos tipos de dispensadores automáticos de cubrezapatos, pero, al fin y al cabo, el funcionamiento entre unos y otros no es tan diferente.

La mayoría de sistemas, están formados por una «caja» con capacidad para incorporar los cubrezapatos o peúcos desechables y, además, cuentan con un mecanismo que facilita la colocación de los cubrezapatos al introducir el pie en su interior.

Así, no es necesario agacharse ni utilizar las manos para suministrar y colocar los cubrezapatos.

Es especialmente importante que los zapatos estén mayoritariamente limpios antes de introducir el pie en el dispensador con el objetivo de mantener la higiene del mismo.

 

 

Los dispensadores automáticos de cubrezapatos frenan la contaminación bacteriana

Uno de los beneficios que ofrecen los dispensadores automáticos de cubrezapatos es una mayor higiene durante la colocación de estos Equipos de Protección Individual.

Al no tener que tocar el producto con las manos para su colocación, se reduce considerablemente el riesgo de contaminación cruzada. Recordemos que las manos son el medio de transporte favorito de muchos gérmenes y que, con un solo contacto, son capaces de contaminar múltiples superficies.

Así, los dispensadores automáticos de cubrezapatos son especialmente útiles para evitar las infecciones nosocomiales en los ámbitos sanitarios y para incrementar la seguridad durante los procesos industriales.

Los dispensadores automáticos de cubrezapatos ofrecen una mayor ergonomía de uso

 

 

Como comentábamos, con el uso de dispensadores automáticos de cubrezapatos no es necesario agacharse para colocar el producto.

Solamente basta con introducir el pie en el cajón y el peúco o cubrezapato quedará perfectamente ajustado a nuestro pie.

Esto no solo minimiza esfuerzos por parte de los trabajadores, sino que también ayuda a evitar malas posturas que, a su vez, podrían acabar derivando en bajas laborales.

 

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