Los dispensadores automáticos minimizan el riesgo de que se produzca contaminación cruzada ya que, evitan el contacto directo con la superficie.

 

En artículos anteriores hablábamos sobre la ventaja que supone el uso de jabones en carga frente a jabones a granel en términos de higiene. Lo mismo ocurre con los dispensadores. 

Tanto el formato manual como el automático son dos opciones válidas; solamente debemos estudiar dónde y cómo vamos a utilizar los dispensadores para verificar si son lo suficientemente higiénicos.

 

¿Cuál es la diferencia entre un dispensador manual y otro automático?

 

La diferencia entre estas dos opciones reside en la manera en cómo se dosifica el propio producto, ya sea jabón o papel.  

Mientras que los dispensadores manuales requieren el contacto directo con el aparato, teniendo que pulsarlos; los dispensadores automáticos se activan cuando detectan las manos sin necesidad de tocar la superficie, siendo así más higiénicos que los dispensadores de formato manual.

 

¿Cuáles son las ventajas de los dispensadores automáticos frente a los dispensadores manuales?

 

  • Son más higiénicos: los dispensadores automáticos no requieren que se toque la superficie, que precisamente es donde se encuentra una mayor carga bacteriana (todos los usuarios tocan los dispensadores manuales con las manos sucias para dosificar el papel o el jabón). 
  • Son más cómodos de usar: en ocasiones, algunos pulsadores de dispensadores manuales se atascan después de múltiples usos. Con los dispensadores automáticos evitamos este problema. 
  • Resultan más atractivos para los usuarios por su sistema novedoso. 
  • Optimizan el consumo de producto: dosifican siempre la misma cantidad de producto, evitando así un uso abusivo del mismo.

 

Nuestro consejo

 

En Papelmatic recomendamos el uso de dispensadores automáticos en aquellos sectores que presenten unas exigencias higiénicas mayores. Es el caso de hospitales, industria automovilística, industria alimentaria, industria farmacéutica… De esta manera disminuimos el riesgo de contaminación cruzada y evitamos que ni los usuarios ni el producto expedido se vean afectados.