El uso que se le da a las máquinas de producción no solamente deriva en problemas de desgaste, sino que, en caso de no mantener una higiene periódica, la acumulación de suciedad y residuos puede derivar en errores en la propia máquina y echar a perder el producto final. Antes de llevar a cabo la limpieza sobre estas superficies, se recomienda estudiar cuál es el tipo de residuo que se genera. Para restos incrustados emplearemos limpiadores ácidos o desincrustantes (pH inferior a 6), mientras que, para restos de grasa, se recomienda el uso de limpiadores cuyo pH es superior a 7. Para las superficies más delicadas, optaremos por limpiadores o desinfectantes con pH neutro (7).

Las personas son las principales transmisoras de gérmenes y otros microorganismos de una superficie a otra. Para evitar esto durante el proceso de producción dentro de cualquier industria, se recomienda el uso de equipos de protección personal como, por ejemplo, guantes, gorros, mascarillas, peúcos, manguitos, etc. En industrias como, por ejemplo, la química o la farmacéutica estos equipos de protección proporcionan una mayor seguridad al usuario, evitando la inhalación de partículas tóxicas.

Existe el eterno debate sobre si es más higiénico trabajar con guantes o, por el contrario, hacerlo sin ellos manteniendo una higiene de manos constante. En cualquier caso, el lavado de manos debe estar presente. Las zonas de producción requieren un alto rendimiento y, en ocasiones, es difícil mantener nuestras manos limpias y desinfectadas. Como alternativa, se proponen los geles desinfectantes, que ofrecen una alternativa a la higiene de manos en cualquier momento y en cualquier lugar.

Las industrias suelen acumular grandes cantidades de residuos. En caso de que éstos sean de diferente tipología, es importante optar por contenedores con diferentes colores y bolsas adecuadas a su formato que faciliten la selección de residuos. En Papelmatic disponemos de contenedores industriales de acuerdo con la cantidad de residuos que se genera en una industria.

Las superficies de las zonas de producción deben estar libres de partículas que, en ocasiones, vienen generadas por el propio producto para asegurar unos acabados impolutos de los mismos. Dependiendo el material de la superficie que se vaya a limpiar o desinfectar, debemos evitar los químicos corrosivos y optar por aquellos de pH neutro.