La sala de profesores es seguramente el espacio con menos necesidades técnicas en cuanto a la limpieza de una escuela. Para ello se recomiendan limpiadores y desinfectantes multiusos ecológicos, que dotan a las superficies de mayor brillo. Las bayetas y mopas de microfibra ayudan, además, a mantener el espacio limpio. Para los suelos de madera, recomendamos los sistemas de mopa en húmedo y, en caso de que se utilicen fregonas, éstas deben ser de hilo, ya que el formato en tiras retiene más la humedad y puede llegar a dañar la superficie.

Diferentes estudios advierten que objetos como, por ejemplo, el teclado de un ordenador tiene hasta 30 veces más bacterias que el inodoro. Contando que el personal docente de una escuela trabaja gran parte del tiempo con aparatos tecnológicos de este tipo y que las manos son el principal transmisor de gérmenes, es importante mantenerlas limpias y desinfectadas. Como alternativa (que no como sustitución), al lavado de manos, los geles hidroalcohólicos ofrecen una desinfección en cualquier momento y en cualquier lugar.

En los espacios cerrados es bastante común que se "cargue" el ambiente de olores poco agradables. Para su eliminación, proponemos los eliminadores de olores, un sistema novedoso que inhibe los malos olores. Para la prevención de la contaminación odorífera disponemos de ambientadores de diferentes aromas.

Mantener un orden en cualquier oficina en general y en las salas de profesores en particular, es esencial. Para ello recomendamos papeleras con o sin pedal y tapa de diferentes tamaños. Además, disponemos de bolsas de basura de diferentes colores para un desecho selectivo.