El protocolo de limpieza de cualquier sala blanca contempla el control de acceso, el diseño higiénico o el uso de los productos más adecuados.
Una sala blanca es un espacio esterilizado especialmente diseñado para rebajar o mantener bajo mínimos los niveles de contaminación.
La limpieza de las salas blancas, entre otras cosas, contribuye a garantizar la calidad de los productos expedidos y, por tanto, un consumo seguro de éstos. Además, también previene la generación de infecciones o la aparición de costes extraordinarios derivados de una limpieza incorrecta.
A continuación, repasamos los puntos más importantes que deben contemplarse durante la limpieza de las salas blancas:
- Diseño higiénico en las salas blancas
- Control de partículas en el aire y de la presión en las salas blancas
- Control del acceso a las salas blancas
- Productos para la limpieza de las salas blancas
- Protocolos para la limpieza de las salas blancas
Diseño higiénico en las salas blancas
El diseño higiénico debe ser una máxima en las salas blancas y en los elementos que las componen.
Entre otras cosas, las salas blancas deben presentar superficies continuadas y no porosas para prevenir la acumulación de partículas y facilitar la limpieza.
En relación con una limpieza más fácil y accesible, también sirve de ayuda la ausencia de esquinas o aristas.
Control de partículas en el aire y de la presión en las salas blancas
Como decíamos al inicio, el objetivo de una sala blanca es mantener los niveles de partículas en el aire al mínimo.
En este sentido, las salas blancas deben contemplar la instalación de equipos para la filtración y renovación del aire.
Además, también se establece un control de la presión, en el que ésta debe ser ligeramente superior en el interior de la sala blanca para evitar el acceso de partículas externas.
Control del acceso a las salas blancas
Todas las personas u objetos que acceden a una sala blanca son fuentes susceptibles de contaminación.
Por este motivo, debe establecerse un control de acceso de todos estos elementos. Este control pasa, principalmente, por la zona de vestuarios.
Las personas que accedan a la sala blanca deben respetar los protocolos para la higiene de manos y usar equipos de protección individual, tales como guantes, batas o monos, gorros y cubre-zapatos desechables.
Productos para la limpieza de las salas blancas
Debemos partir de la base de que todos los productos y elementos que participan en la limpieza de una sala blanca deben ser de uso exclusivo para este espacio.
Se recomienda también que todos estos productos sean de carácter desechable, con el objetivo de prevenir problemas de contaminación.
Entre los productos más destacados encontramos paños y mopas de tejido no tejido, detergentes y desinfectantes.
Protocolos para la limpieza de las salas blancas
La limpieza de la sala blanca debe realizarse siguiendo el orden de más limpio a más sucio o de arriba hacia abajo.
Se emplearán detergentes sobre techos, luces, paredes, puertas y ventanas con la ayuda de paños y mopas de tejido no tejido.
En esta fase cobran especial importancia el aclarado con agua limpia y el secado de las superficies.
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