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Verificación de la limpieza en circuitos CIP

La verificación de la limpieza en circuitos CIP es necesaria para optimizar los recursos empleados y garantizar una higiene correcta. 

 

Los circuitos CIP (Cleaning In Process) forman parte de la revolución que ha supuesto el concepto de diseño higiénico en la industria alimentaria. 

Gracias a los equipos CIP conseguimos una limpieza menos costosa en términos de tiempo y más segura. Esto hace que, en cierta medida, podamos llegar a despreocuparnos ya que, el circuito hace le trabajo por sí mismo. 

Pero esto no es una excusa para pasar por alto el proceso de verificación posterior, que es necesario para optimizar la limpieza y desinfección en circuitos CIP. 

OpX Leadership Network, una comunidad de ingenieros que persigue la excelencia operativa, ha recogido en un documento los pasos a seguir para la verificación de la limpieza en circuitos CIP. 

 

1. Paso previo 

Antes de iniciar la verificación, es importante crear un equipo de personas encargado de la misma, así como asignar responsabilidades a cada trabajador. 

Además, se enumerarán todas las partes y áreas que se deseen limpiar, los productos químicos empleados para este fin, la frecuencia de la limpieza… 

Por otra parte, también se estudia el carácter de las superficies para evitar que los productos químicos empleados para la limpieza y desinfección las dañen.  

2. Pre-lavado 

 

Cualquier circuito CIP funciona con un lavado inicial que sirve para eliminar los restos solubles o todos aquellos que puedan arrastrarse ejerciendo una mayor presión.  

Lo que debemos verificar en este punto son aspectos como: 

 

  • La temperatura del agua, que debe ser suficientemente caliente para arrastrar los residuos, pero siempre ejerciendo un control sobre ésta ya que, los equipos CIP pueden verse dañados ante temperaturas muy elevadas. 
  • El caudal del agua y su potencia en las diferentes partes del circuito. 
  • La calidad del agua para su posterior reutilización. 

 

3. Lavado 

 

En este punto se pretende eliminar los residuos insolubles mediante la actuación de químicos de limpieza. Debemos controlar: 

 

  • La concentración de los químicos, que debe ser la indicada por el fabricante. Una mayor dosis de producto químico no nos proporcionará una mejor limpieza, sino que puede desencadenar en la necesidad de emplear más recursos (limpiadores y agua para el enjuague posterior) y, por lo tanto, un proceso menos eficaz. 
  • El caudal y la temperatura del agua. Estos dos factores son fundamentales para una correcta actuación de los químicos de limpieza, ya sean éstos ácidos, alcalinos o neutros. De no ser así, pueden provocarse abrasiones sobre las superficies. 
  • El tiempo de actuación es esencial para garantizar que los recursos empleados cumplen con el efecto deseado. 

 

4. Desinfección 

 

En la desinfección, un paso posterior al lavado (con enjuague incluido), intervienen otros agentes químicos con la finalidad de eliminar cualquier rastro de gérmenes. 

En este caso controlaremos que: 

  • El desinfectante es apto para ser utilizado en entornos que están en contacto con alimentos. Por tanto, debemos identificar el Registro HA en la etiqueta (en este artículo te enseñamos cómo). 
  • La temperatura y el enjuague son los adecuados, considerando nuevamente el caudal y el tiempo de actuación para este mismo. 
  • En caso de que apliquemos productos clorados, debemos asegurar que la temperatura y los niveles de pH sean los adecuados. 

 

Si se utiliza aclarado final, volveremos a revisar todos los indicadores que hacen referencia al agua. 

 

5. Validación y pruebas de residuos 

 

La parte final de la verificación de la limpieza en circuitos CIP consiste en: 

 

  • Inspeccionar visualmente el circuito y comprobar mediante pruebas si quedan sustancias químicas en su interior. 
  • Documentar todo el proceso para poder corregir errores, en caso de que los haya, de una manera más rápida y fiable. 

 

Como comentábamos al inicio del artículo, la verificación de la limpieza en los circuitos CIP es otro paso necesario para garantizar la salubridad de los alimentos procesados en estos aparatos. 

Pero, además, esta validación puede ayudarnos a ahorrar costes reduciendo el número de recursos empleados y que hacen referencia al tiempo, los productos de limpieza y desinfección y a la mano de obra.