Instalar dispensadores de gel desinfectante Purell en el baño fomenta la higiene de las manos y ayuda a reducir la proliferación de gérmenes.

 

 

En nuestra guía de limpieza y desinfección en baños públicos, destacábamos los productos necesarios para hacer de estos espacios lugares más higiénicos y para ofrecer una experiencia más agradable a los usuarios.

Todos sabemos que los baños públicos cuentan con una alta rotación de personas y, precisamente, esto incrementa la proliferación de los gérmenes.

Por ello, además de utilizar los productos de limpieza y desinfección adecuados, debemos ofrecer a los usuarios soluciones para mejorar su higiene y minimizar el riesgo de transmisión de gérmenes.

En este artículo resaltaremos la importancia de utilizar gel desinfectante Purell después de lavarnos las manos o al salir del baño y qué riesgos conlleva no hacerlo.
 

 

¿Lavamos correctamente nuestras manos después de ir al baño?

Son varios los estudios que reconocen que muchas personas no lavan sus manos después de ir al baño.

Concretamente, el estudio observacional realizado en 2007 por la American Society of Microbiology y la Soap Detergent Association (SPA) concluyó que una de cada cuatro personas o, lo que es lo mismo, el 25% de las personas que van al baño, no lava sus manos posteriormente.

Además, del 75% de las personas que sí lava sus manos, únicamente un 46% de las mismas emplea el tiempo suficiente.

 

En paralelo, también podemos hacer referencia a los resultados del estudio realizado por la Universidad de Michigan y publicado por el Journal of Environmental Health en el año 2013, que afirma que solamente un 5% de un total de 3749 personas observadas en un entorno universitario se lava las manos correctamente.

Esto quiere decir que, el 95% restante no emplea el tiempo suficiente, no utiliza jabón o no frota sus manos como es debido durante el lavado.

 

 

Riesgos de no lavarse las manos después de ir al baño

El mayor riesgo de no lavarse las manos después de ir al baño es la propagación de gérmenes. Y es que, según la OMS, hasta un 80% de las infecciones son transmitidas por las manos.

Esto quiere decir que si no lavamos nuestras manos después de haber ido al baño, podemos contaminar otras superficies y hacer que hasta 14 personas se contaminen al tocar ese objeto o superficie.

Por ejemplo, el pomo o manivela de la puerta del baño puede infectar hasta el 60% de los usuarios de un recinto en tan solo 4 horas, tal y como indica la American Society of Microbiology.

Lo mismo puede ocurrir con los pulsadores de los dispensadores manuales, que son tocados por muchas personas cuando dosificamos el jabón. Por ello, se recomienda utilizar siempre dispensadores de jabón automáticos.

 

 

Instalar dispensadores de gel desinfectante Purell en el baño ayuda a frenar la transmisión de gérmenes

 

 

Los geles hidroalcohólicos Purell desinfectan las manos, eliminando el 99,99% de los gérmenes que pueda haber en ellas.

Son una solución muy cómoda de utilizar y ayudan a completar la higiene de manos. ¡Eso sí! En ningún caso su uso sustituye al lavado de las manos con agua y jabón.

Precisamente, para fomentar la higiene de manos, se recomienda colocar dispensadores Purell junto a la puerta de salida del baño y a una altura aproximada de entre 92 y 117cm del suelo, cerca del pomo de la puerta.

Igual que ocurre con los dispensadores de jabón, recomendamos apostar por dispensadores automáticos de gel hidroalcohólico Purell, para así minimizar los riesgos de contaminación en el contacto con el pulsador.

¿Por qué Purell es el mejor desinfectante para las manos?

A diferencia de otras soluciones para la desinfección de las manos, Purell evita el goteo gracias a su formato en gel y se adhiere a las manos.

Si quieres, puedes descargar una infografía sobre las ventajas de utilizar el gel desinfectante Purell en baños.