La higiene de manos debe ser considerada como una asignatura más en la escuela ya que, gracias a ella, se minimizan los riesgos de contagios víricos.

 

La escuela cada vez abarca un mayor terreno en la educación, no tanto en el ámbito lectivo, sino también personal de los alumnos. Esto implica no solamente educar en diferentes valores y formar personas íntegras; también deben tenerse en cuenta aspectos como, por ejemplo, la higiene de manos. 

Niños, adolescentes y adultos pasan gran parte de su tiempo en la escuela. Allí juegan, comen, se ensucian… y llevan a cabo múltiples acciones que, directa o indirectamente requieren lavarse las manos posteriormente. 

Damos importancia a la higiene de manos porque creemos que se trata de una acción ya asimilada y pensamos, además, que la llevamos a cabo correctamente.

 

«Un estudio revela que únicamente un 5% de la población de Estados Unidos se lava las manos correctamente.»

 

No obstante, un estudio desarrollado por el Journal of Environmental Health, determina que de un total de 4000 residentes en Estados Unidos – país con una accesibilidad muy similar a la nuestra a la hora de llevar a cabo una buena higiene de manos -, solamente el 5% se lava las manos correctamente. 

Tendríamos en mayor consideración la acción de lavarnos las manos si fuéramos más conscientes de la cantidad de contagios por enfermedades víricas que podemos evitar. 

Siendo adultos, las pautas de higiene son más difíciles de modificar, pero tratando con niños precisamente, deberíamos dar un paso adelante en la educación de la higiene de manos.