Utilizar secadores de aire, no bajar la tapa al tirar de la cadena, no lavarse las manos o utilizar papel higiénico de manera incorrecta son los 4 errores más comunes que cometemos cuando vamos al baño. 

 

Que la higiene de algunos baños públicos deja mucho que desear no es ningún secreto. En este artículo exponíamos cómo debe ser la limpieza y desinfección en estos espacios. 

Aun así, en determinadas ocasiones, el hecho de tener una mejor o peor experiencia en el baño está en nuestras manos. 

Y es que, tenemos interiorizadas algunas acciones que, sin darnos cuenta, ponen en riesgo nuestra salud. 

A continuación, te explicamos los 4 errores más comunes que cometemos cuando vamos al baño. 

 

Secarse las manos con secadores de aire 

En artículos anteriores hacíamos referencia a un estudio de la Universidad de Westminster que afirmaba que los secadores de aire caliente incrementaban en un 254% la contaminación bacteriana (para los secadores de aire fría la cifra era del 54%). 

Y es que estos aparatos impulsan los gérmenes y hacen que éstos contaminen el ambiente. 

Se consideran especialmente peligrosos los secadores en los que es necesario introducir las manos, ya que se forma un efecto contenedor en el que se acumulan los gérmenes en el interior. 

Como alternativa a los secadores de aire, se recomienda el uso de toallas de papel secamanos. Según el mencionado estudio, con este sistema se consigue reducir hasta en un 77% la contaminación bacteriana. 

Utilizar papel higiénico para secarse las manos 

 

Algunas bacterias como, por ejemplo, los enterococos, pueden llegar a tomar gran presencia en los baños, al ser éstas las causantes de varias afectaciones intestinales. 

Teniendo esto presente, ahora pensemos cuántas veces hemos secado nuestras manos con papel higiénico porque no había papel secamanos o porque no funcionaba el secador. 

O cuántas veces nos hemos sonado la nariz dispensando el papel del mismo dispensador que utilizamos cuando vamos al baño. 

Esta acción, que a priori, puede parecernos de lo más normal, es realmente peligrosa en el caso de que haya presencia de bacterias intestinales. 

Es por eso que recomendamos evitar a toda costa el uso del papel higiénico para fines diferentes al suyo propio. 

No bajar la tapa del váter cuando tiramos de la cadena 

 

Hacer uso de la cisterna y no bajar la tapa del inodoro previamente es algo más común de lo que pensamos. 

¿Somos conscientes realmente de las consecuencias de esta acción? Un doctor de biología hizo un experimento con placas de Petri para demostrarlo. 

El resultado: Si mantenemos la tapa subida mientras tiramos de la cadena, la cantidad de bacterias que salen disparadas por metro cuadrado es de 10.000. 

Estas bacterias, a su vez, suelen aposentarse en el suelo o en las paredes y, en caso de no realizar una limpieza y desinfección correctas, suponen un riesgo para nuestra salud. 

La solución es bien sencilla: mantener la tapa bajada mientras tiramos de la cisterna. 

No lavarse las manos  

 

Por muy increíble que nos parezca y por mucho que pensemos que todos realizamos la acción de lavarnos las manos correctamente, esto no es así. 

Si nos basamos en el estudio desarrollado por el Jornal of Environmental Health podemos comprobar que del total de los 4.000 participantes (todos ellos con fácil acceso a todo lo necesario para lavarse las manos) solamente un 5% de los individuos se lava las manos correctamente. 

Como datos a destacar del estudio, un 10% de los participantes afirmó no lavarse las manos después de ir al baño y un 33% reconoció “lavar” sus manos sin utilizar jabón.  

Lavar nuestras manos reduce considerablemente el riesgo de infecciones. En esta infografía puedes consultar los pasos necesarios para lavar tus manos. 

Y recuerda que los dispensadores automáticos y el secado de las manos con papel aporta un plus de higiene al proceso.